Por Constantino Brancusi.
En 1910, la baronesa Renée Irana Frachon fue el modelo para esta escultura.
En vez de crear un busto tradicional, Brancusi prefirió trabajar con el fragmento de una cabeza desprovista de cuerpo, que representó utilizando una simple forma oval.
Las cabezas de las musas están reclinadas sobre un lado, como si estuvieran durmiendo Sin embargo, su pose no es estática.
Características:
La cara sumamente pulida contrasta con las escasas ondas del cabello, los ojos cerrados y la boca entreabierta. El único elemento que sobresale es la nariz, que surge de una lisa forma ovalada. Brancusi experimentaba utilizando distintos materiales. Perfeccionaba su esculpido haciendo desaparecer cualquier rastro del cincel que pudiera quedar en el material, creando rasgos que acababan siendo cada vez menos definidos. El único rasgo al que le confiere trazos más marcados, o mayor pátina, es el cabello.
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